REVISTA DE POR ACÁ

Con el objetivo de mostrar la cultura regional en todos sus aspectos, apareció en su segunda época en 2007, en formato electrónico.

Consúltala en línea aquí.

También la puedes descargar, en formato pdf: volumen 1 y volumen 2.





sábado, 13 de diciembre de 2008

La Virgen de Guadalupe en B.C.


A propósito de la Celebración de la Virgen de Guadalupe, un texto sobre su historia en Baja California, de Carlos Lazacano Sahagún.



Por Elizabeth Vargas


Hoy celebramos el aniversario número 477 de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, ocurridas en 1531, considerada uno de los íconos fundamentales de la mexicanidad.

Y eso a pesar de que existe una fuerte polémica en cuanto a su autenticidad, ya que hay quienes arguyen que la Guadalupana nunca existió y que fue un invento de los españoles para poder controlar más fácilmente a los indios.

El hecho es que en nuestro país la Virgen de Guadalupe es muy venerada en todas partes y por todos los estratos sociales, incluyendo a los sectores políticos, académicos e intelectuales (desde luego entre estos es menos).

En Baja California, Nuestra Señora de Guadalupe es venerada al igual que en el resto de México. En los últimos años he intentado investigar desde cuándo se venera a la Guadalupana en nuestra península, y me he encontrado con varias sorpresas.


Misiones guadalupanas

El culto a la Virgen de Guadalupe dio inicio de una manera formal hacia 1719 o 1720, cuando es establecida en Baja California Sur una misión dedicada a ella.

Esta misión se encontraba al oeste de Mulegé, y un poco al sur de San Ignacio. Posteriormente en varias de las misiones jesuitas se veneró a la Guadalupana al incluir entre sus santos, imágenes de ellas, o al dedicarle a ella ranchos o capillas de visitas.

Por ejemplo, cuando en 1737 fue establecida la misión de Santa Gertrudis, la primera en nuestro estado, uno de sus ranchos más importantes se llamaba Nuestra Señora de Guadalupe, y actualmente sigue existiendo con el nombre de Rancho Guadalupe.

Mucho tiempo después, los misioneros dominicos fundan la última de las misiones de las Californias, en 1834, ya en el México independiente, y la dedican a la Guadalupana, nombrándola Nuestra Señora de Guadalupe del Norte.

Fue esta misión, de la cual ya no quedan vestigios, la que dio nombre al actual Valle de Guadalupe, 45 kilómetros al norte de Ensenada, y la región vitivinícola más importante de México.

Mucho más recientemente, en los años cincuentas del siglo XX, es levantado el Santuario de nuestra Señora de Guadalupe, en Ensenada, por el franciscano fray Félix de Jesús, y hace año y medio se le erigió como Catedral, al ser designada sede del Obispado de Ensenada. La ciudad de Tijuana también tiene su catedral dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe.

Encomienda

Investigando con más detalle ciertos aspectos de nuestra historia, me he encontrado que fue durante la navegación de Juan Rodríguez Cabrillo por las costas de las Californias, cuando por vez primera se encomienda alguien a Nuestra Señora de Guadalupe. Esto ocurrió el día primero de marzo del año de 1543, es decir a escasos 12 años de las apariciones de la Guadalupana.

En esa fecha, los navegantes se encontraban a la altura del actual Cabo Mendocino, en la Alta California, cuando los sorprendió una tormenta.

El cronista nos dice que:

El jueves, en amaneciendo saltó el viento al sudueste con mucha furia, y los mares venían de muchas partes que les fatigaba mucho y pasaba por encima de los navíos, que a no tener puestes, si Dios no los socorriera no pudieran escapar; y no pudieron tenerse al reparo de necesidad corrieron en popa al nordeste a la vuelta de tierra y tuviéndose ya por perdidos, se encomendaron a Nuestra Señora de Guadalupe, e hicieron mandas y corrieron ansí hasta las tres horas después de medio día, con mucho miedo y trabajo porque veían que iban a perderse, e veían ya muchas señales de tierra que estaban cerca, así de pájaros como de palos muy frescos que salían de algunos ríos, aunque con la gran cerrazón no parecía tierra, y a esta hora los socorrió la Madre de Dios con la gracia de su hijo…

Saltó el viento al norueste y al nornorueste con mucha furia, que les hizo correr hasta el sábado a tres de marzo, al sueste y al essueste con tanta mar que los traía desatinados que si Dios y su bendita Madre milagrosamente no los salvara no pudieran escapar.

Al parecer esta encomienda a Nuestra Señora de Guadalupe es la más antigua que se conoce, y desde luego es la primera que se da en las Californias.

Un poco más de 20 años después, en 1565, los primeros navegantes que habían cruzado el Pacífico desde Filipinas, inaugurando la famosa ruta de la Nao de China, igualmente vuelven a encomendarse a la Virgen de Guadalupe en la misma región de las Californias donde lo hiciera la gente de Rodríguez Cabrillo.

Cuando estos navegantes llegaban a tierra, en la primera oportunidad se dirigían a la Ciudad de México para visitar a la Virgen en su templo. Es así que fueron los navegantes de los siglos XVI y XVII quienes iniciaron el culto a la Guadalupana en las costas de las Californias, mucho antes de que los misioneros lo introdujeran de una manera formal.

Hoy, los marinos siguen siendo fieles a la Guadalupana, al igual que la mayoría de los bajacalifornianos. En muchos de los buques que surcan nuestras costas y mares, siempre llevan un pequeño altar dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe.

(La imagen es una foto de la pintura de la Virgen en la capilla del Centro Cultural Riviera de Ensenada, pintada por Alfredo Ramos Martínez).

Obtenido el 13 de diciembre de 2008 de: http://www.ensenada.net/noticias/?id=13816

No hay comentarios: