La Paz, 13 Dic (Notimex).- A dos años de que las costas de Baja California Sur registraran su primera marea roja, que obligó a tomar medidas sanitarias, se investigan métodos para controlar los brotes y persistencia de este fenómeno.
El científico David López Cortés, adscrito al Programa de Planeación Ambiental y Conservación del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), especializado en floraciones de algas nocivas, integró este proyecto de investigación.Indicó que el desarrollo de métodos para controlar los brotes y persistencia de las mareas rojas son de fundamental importancia socio-económica, principalmente en aquellas regiones con vocación para la acuicultura y actividades recreativas del turismo.
Baja California Sur enfrenta desde 2006 este fenómeno y el aumento en número de eventos y de especies que proliferan masivamente, que motivó investigar y proponer métodos de mitigación, y el control e implicaciones de la toxicidad.
Refirió que los métodos más empleados son el uso de arcillas, mecanismos de centrifugación y consumo por zooplancton, aunque también se han probado compuestos como hipoclorito de sodio, extractos de cebada y del polisacárido chitosan.
Apuntó que las arcillas, por su naturaleza inerte mineral no metálico, representan una alternativa potencial para el control de las mareas rojas por su bajo impacto en el ecosistema, “sin , se tiene que evaluar a nivel experimental su eficacia”.
El científico recalcó que las pruebas se hacen sobre las especies que florecen masivamente en la Bahía de la Paz y otras regiones del país y el probable impacto en los moluscos bivalvos.
Destacó que en México no existen estudios al respecto y la información que se genere será de gran utilidad para diferentes sectores involucrados en los eventos de las mareas rojas.
En Baja California Sur la primera marea roja que se registró fue en junio de 2006, provocando mortandad de peces, y obligando a la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios a que prohibiera consumir mariscos y pescados.
El segundo evento ocurrió en marzo de 2007 en la Bahía de La Paz y nuevamente en septiembre del mismo año, lo que generó la necesidad de iniciar investigaciones cómo aminorar los efectos que dañan económicamente al sector pesquero por su presencia y veda.
López Cortés aseveró que la marea roja se registra de forma errática y puede surgir en cualquier época del año, sin embargo, los cambios de temperatura radical en la superficie marina favorecen la generación de algas y toxinas.Dijo que se continúan con las investigaciones con el objetivo de obtener los mejores métodos para disminuir los efectos que se generan por el fenómeno natural.
Obtenido el 13 de diciembre de 2008 de: http://senderodelpeje.com/sdp/contenido/2008/12/13/97585
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