El Sudcaliforniano
29 de noviembre de 2008
Sandra Ricco
Es un lugar excepcional de Baja California Sur, de naturaleza generosa, quizá por las vicisitudes de su formación, con vocación cultural, un verdadero refugio para el encuentro con la cultura.
La carretera número 19 desde Cabo San Lucas lleva a Todos Santos.
Recorrer durante 1 hora kilómetros de hermosas playas del océano Pacífico y la peculiar región de pueblos pintorescos rodeados de desierto y cactus hasta llegar al oasis de vegetación exuberante de clima templado y húmedo es increíble. Así, llegando y observando palmeras, flora y un clima templado, se siente un equilibrio, una energía especial. Una isla verde y frondosa en medio del desierto, tan solo una hora antes el calor era mucho más intenso... resulta increíble.
Pueblo pintoresco diseñado para admirarse, siendo motivo inagotable de inspiración para artistas universales.
Un lugar que acogiendo desde sus inicios a guaycuras, jesuitas, franciscanos, dominicos, estadounidenses, franceses y mexicanos escribió su historia de pueblo acogedor y hospitalario, pero digno y orgulloso de su cultura y sabor indígena.
Místico, por ese aire a pueblo fantasma y refugio, para el reencuentro o el encuentro de uno mismo, de quiénes somos, porque aquí se percibe la naturaleza frondosa y tropical y prosperidad, en las plantas, en el paisaje verde, el olor que desprende... y su artesanía, sus colores y cultura: su gente amena.
Fue fundado por misioneros en 1733, aunque ya era habitada por la tribu nómada de guaycuras, siendo abandonada la misión en 1840 por falta de habitantes, iniciando así su historia de Pueblo Mágico, que radica en su encanto y tradición.
Luego del establecimiento de Jesuitas, entre 1724 y 1733, se construye la Primera Misión de Nuestra Señora del Pilar, la santa patrona a quien se rinde devoción desde esa época, cada 12 de octubre las muestras de fe de los todosanteños se hacen presentes con sus fiestas tradicionales, donde se despliegan el colorido y el arte con bailes populares y carreras de caballos y cuando novenas, peregrinaciones, bailes, feria y kermeses deleitan a sus habitantes y visitantes. Todavía hoy su iglesia es ejemplo de la arquitectura de la época.
Oportunidad es su kermés para deleitarse con carne a la leña, mariscos de la región, tamales, pozole, mermeladas y ates de frutas exóticas cosechadas al momento, como mango, guayaba, ciruela, dulce de pitahaya, calabaza o naranjita tipo mandarina, así como la oportunidad para convivir con lugareños con auténtica nobleza de carácter.
Después de establecerse la primera misión, este poblado se convierte en el proveedor de la región de frutas y verduras, luego viene un auge azucarero, que decae después de la Segunda Guerra Mundial, detrás viene la sequía, acabando hasta con el último plantío de flores; lo que hace abandonar a sus habitantes, convirtiéndolo casi en un pueblo fantasma en los años 50, aire peculiar e interesante que aún conserva, en sus calles, más aun por ahí de las 3 de la tarde, tiempo de echar la siesta como una necesidad y tradición, las calles guardan un silencio espectral.
Al atardecer, sentarse en la plaza a tomar una nieve o unas deliciosas coyotas viendo el pasar y ambiente local es deleitante.
Visitar el legendario Hotel California, mito hecho famoso por The Eagles, y recorrer las coloridas tiendas de artesanías y galerías de arte es imperdible.
Las exposiciones constantes en el Centro Cultural Siglo XXI construido en los años 20 no faltan, en fotografía artesanía, pintura y cine; alberga el museo de arte regional y el concurrido auditorio, donde abundan las conversaciones en torno al porvenir artístico y cultural.
Otra visita obligada para los amantes de la cultura es el Festival de Arte con más de 10 años de tradición es una comunidad llena de artistas, donde se exhiben sus obras que se llevan a cabo la tercera semana de enero.
El Festival Internacional de Reggae celebrado en playa Cerritos en primavera, es todo un acontecimiento como la visita de Ky-Mani Marley en esta ocasión, otra oportunidad de visitar este oasis es durante es la del Festival de Cine Latino la primera semana de marzo, o el Cervantino Invitado en noviembre.
Todos Santos es un oasis entre La Paz y Los Cabos, el equilibrio de ambos, y que ha enfrentado todo tipo de batallas: pioneros en México en dar pelea a invasiones extranjeras, de piratas y de estadounidenses; y siempre resistiendo con tenacidad al enemigo invasor, adquirieron rápidamente fama de valientes, siendo los últimos en rendirse y los primeros en atacar, ganándose el respeto incluso, del contrincante.
Regresa el agua y naturalmente, hoy en día, recobra su biodiversidad que es extraordinaria y objeto de estudio en laboratorios de las mejores universidades y laboratorios del mundo. Su microclima permite la vida de numerosas plantas y frutos en medio del desierto, lo cual resulta realmente increíble, pero esa es la generosidad y prosperidad de la Baja California Sur.
¿Será que por eso abundan los escritores, pintores, guionistas, artistas, y en general personas creativas que buscan inspirarse en la vida, la vida que inspira Todos Santos?
Todos Santos refleja la cultura ancestral de Baja California Sur: intensa y honesta. Donde los europeos, estadounidenses y canadienses intelectuales se han unido a los artistas bajacalifornianos, y esa mezcla ha dado una riqueza de pensamiento, de libertad de ser que se refleja en el modo de vivir día a día, lleno de cafés, buen pan y pláticas, así como de reuniones y vino bajacaliforniano.
Lo increíble es saber que es uno de los lugares más interesantes en la tierra debido a su exótica naturaleza: serranía, playa, casi al nivel del Trópico de Cáncer donde es posible observar el avistamiento de ballenas.
Un reto que existe actualmente respecto a la inquietud positiva por los habitantes nativos, por migración extranjera, y ¡muy natural en ellos!, es que los extranjeros que son bien recibidos respeten las tradiciones, que su aportación sea enriquecedora a la cultura e incluyente.
¡Paraíso tropical!, digno de visitarse por locales y extranjeros, que buscan también inspiración, este aire de pueblo, desierto y agua, de selva tropical que sólo en Todos Santos se da, ¿será que realmente aquí están todos los santos custodiándolo? Parte del mito o realidad.
sricco@hotmail.com
29 de noviembre de 2008
Sandra Ricco
Es un lugar excepcional de Baja California Sur, de naturaleza generosa, quizá por las vicisitudes de su formación, con vocación cultural, un verdadero refugio para el encuentro con la cultura.
La carretera número 19 desde Cabo San Lucas lleva a Todos Santos.
Recorrer durante 1 hora kilómetros de hermosas playas del océano Pacífico y la peculiar región de pueblos pintorescos rodeados de desierto y cactus hasta llegar al oasis de vegetación exuberante de clima templado y húmedo es increíble. Así, llegando y observando palmeras, flora y un clima templado, se siente un equilibrio, una energía especial. Una isla verde y frondosa en medio del desierto, tan solo una hora antes el calor era mucho más intenso... resulta increíble.
Pueblo pintoresco diseñado para admirarse, siendo motivo inagotable de inspiración para artistas universales.
Un lugar que acogiendo desde sus inicios a guaycuras, jesuitas, franciscanos, dominicos, estadounidenses, franceses y mexicanos escribió su historia de pueblo acogedor y hospitalario, pero digno y orgulloso de su cultura y sabor indígena.
Místico, por ese aire a pueblo fantasma y refugio, para el reencuentro o el encuentro de uno mismo, de quiénes somos, porque aquí se percibe la naturaleza frondosa y tropical y prosperidad, en las plantas, en el paisaje verde, el olor que desprende... y su artesanía, sus colores y cultura: su gente amena.
Fue fundado por misioneros en 1733, aunque ya era habitada por la tribu nómada de guaycuras, siendo abandonada la misión en 1840 por falta de habitantes, iniciando así su historia de Pueblo Mágico, que radica en su encanto y tradición.
Luego del establecimiento de Jesuitas, entre 1724 y 1733, se construye la Primera Misión de Nuestra Señora del Pilar, la santa patrona a quien se rinde devoción desde esa época, cada 12 de octubre las muestras de fe de los todosanteños se hacen presentes con sus fiestas tradicionales, donde se despliegan el colorido y el arte con bailes populares y carreras de caballos y cuando novenas, peregrinaciones, bailes, feria y kermeses deleitan a sus habitantes y visitantes. Todavía hoy su iglesia es ejemplo de la arquitectura de la época.
Oportunidad es su kermés para deleitarse con carne a la leña, mariscos de la región, tamales, pozole, mermeladas y ates de frutas exóticas cosechadas al momento, como mango, guayaba, ciruela, dulce de pitahaya, calabaza o naranjita tipo mandarina, así como la oportunidad para convivir con lugareños con auténtica nobleza de carácter.
Después de establecerse la primera misión, este poblado se convierte en el proveedor de la región de frutas y verduras, luego viene un auge azucarero, que decae después de la Segunda Guerra Mundial, detrás viene la sequía, acabando hasta con el último plantío de flores; lo que hace abandonar a sus habitantes, convirtiéndolo casi en un pueblo fantasma en los años 50, aire peculiar e interesante que aún conserva, en sus calles, más aun por ahí de las 3 de la tarde, tiempo de echar la siesta como una necesidad y tradición, las calles guardan un silencio espectral.
Al atardecer, sentarse en la plaza a tomar una nieve o unas deliciosas coyotas viendo el pasar y ambiente local es deleitante.
Visitar el legendario Hotel California, mito hecho famoso por The Eagles, y recorrer las coloridas tiendas de artesanías y galerías de arte es imperdible.
Las exposiciones constantes en el Centro Cultural Siglo XXI construido en los años 20 no faltan, en fotografía artesanía, pintura y cine; alberga el museo de arte regional y el concurrido auditorio, donde abundan las conversaciones en torno al porvenir artístico y cultural.
Otra visita obligada para los amantes de la cultura es el Festival de Arte con más de 10 años de tradición es una comunidad llena de artistas, donde se exhiben sus obras que se llevan a cabo la tercera semana de enero.
El Festival Internacional de Reggae celebrado en playa Cerritos en primavera, es todo un acontecimiento como la visita de Ky-Mani Marley en esta ocasión, otra oportunidad de visitar este oasis es durante es la del Festival de Cine Latino la primera semana de marzo, o el Cervantino Invitado en noviembre.
Todos Santos es un oasis entre La Paz y Los Cabos, el equilibrio de ambos, y que ha enfrentado todo tipo de batallas: pioneros en México en dar pelea a invasiones extranjeras, de piratas y de estadounidenses; y siempre resistiendo con tenacidad al enemigo invasor, adquirieron rápidamente fama de valientes, siendo los últimos en rendirse y los primeros en atacar, ganándose el respeto incluso, del contrincante.
Regresa el agua y naturalmente, hoy en día, recobra su biodiversidad que es extraordinaria y objeto de estudio en laboratorios de las mejores universidades y laboratorios del mundo. Su microclima permite la vida de numerosas plantas y frutos en medio del desierto, lo cual resulta realmente increíble, pero esa es la generosidad y prosperidad de la Baja California Sur.
¿Será que por eso abundan los escritores, pintores, guionistas, artistas, y en general personas creativas que buscan inspirarse en la vida, la vida que inspira Todos Santos?
Todos Santos refleja la cultura ancestral de Baja California Sur: intensa y honesta. Donde los europeos, estadounidenses y canadienses intelectuales se han unido a los artistas bajacalifornianos, y esa mezcla ha dado una riqueza de pensamiento, de libertad de ser que se refleja en el modo de vivir día a día, lleno de cafés, buen pan y pláticas, así como de reuniones y vino bajacaliforniano.
Lo increíble es saber que es uno de los lugares más interesantes en la tierra debido a su exótica naturaleza: serranía, playa, casi al nivel del Trópico de Cáncer donde es posible observar el avistamiento de ballenas.
Un reto que existe actualmente respecto a la inquietud positiva por los habitantes nativos, por migración extranjera, y ¡muy natural en ellos!, es que los extranjeros que son bien recibidos respeten las tradiciones, que su aportación sea enriquecedora a la cultura e incluyente.
¡Paraíso tropical!, digno de visitarse por locales y extranjeros, que buscan también inspiración, este aire de pueblo, desierto y agua, de selva tropical que sólo en Todos Santos se da, ¿será que realmente aquí están todos los santos custodiándolo? Parte del mito o realidad.
sricco@hotmail.com
Obtenido el 30 de noviembre de 2008 de: http://www.oem.com.mx/elsudcaliforniano/notas/n951097.htm
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