REVISTA DE POR ACÁ

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jueves, 31 de diciembre de 2015

Creadores y Forjadores: Conrado Acevedo Cárdenas

Vianka R. Santana
(La Jornada Baja California)

Conrado Acevedo Cárdenas.  (Foto: jornadabc.mx).
De semblante sereno, voz pausada, armoniosa, con una lucidez y claridad mental envidiable, Conrado Acevedo es un hombre que tiene cientos de historias contadas y por contar. Visionario y con gran sentido de arraigo por su tierra natal Tijuana, habría de migrar temporalmente a inicio de los años 50 hacia el centro del país, para al igual que muchos otros, continuar su instrucción académica ante la ausencia de escuelas de nivel medio y superior.

Egresado del internado de Agua Caliente (Instituto Técnico Industrial), con una formación casi militar y una trayectoria iniciada como líder estudiantil, con el espíritu avivado por el legado vasconcelista y la singularidad y pasión de los pioneros de la oratoria como José Muñoz Cota, ingresó a la Facultad de Derecho en la Universidad Autónoma de México para después, a los veintiún años, lanzarse a una tarea que a la vuelta de décadas continúa su marcha: el registro y la reivindicación histórica de su amada Tijuana. De esa manera en 1955 ve publicada su primera obra: Tijuana, ensayo monográfico, escrita con la intención de plantear en el marco de una feria comercial en la que se tenía prevista la presencia de inversionistas, una panorámica del patrimonio cultural que ya para entonces representaba la frontera. A partir de ahí se definiría para siempre el trazo de una vida apegada a los libros, al registro histórico, una vida que ha tenido como brújula las coordenadas de la identidad bajacaliforniana.

Conrado Acevedo a muy temprana edad no solo vio publicada una primera obra, sino que también tuvo la oportunidad de mostrar sus capacidades como gestor y sensibilizarse sobre las necesidades sociales, a través de su desempeño como secretario en las oficinas del Senado de la República trabajando al lado de Esteban Cantú y Leopoldo Verdugo, senadores por Baja California de 1954 a 1958. Y fue justamente en las oficinas del Senado donde coincidió por primera vez con Rubén Vizcaíno Valencia, con quien poco a poco habría de construir una amistad que duraría toda la vida, y que aún hoy persiste en la confluencia permanente entre las ideas de uno y otro promotor, aunque Vizcaíno ya no esté presente.

A diferencia de otros que se van o que se han ido para no regresar, para negar a la distancia y con el tiempo su ciudad de origen, o de aquellos que sueñan con migrar a una ciudad de mayores posibilidades para el desempeño profesional, Conrado tuvo la visión y el compromiso por regresar, permanecer y más allá de eso, trabajar para propiciar nuevas condiciones que permitieran a las generaciones venideras desarrollarse de una manera integral y en reconocimiento de su ciudad en tanto que riqueza cultural e histórica.

Pero es en esta suerte de compromiso con Baja California que al trasladarse a Rosarito, decide iniciar ahí una intensa labor a través de la fundación del Centro Histórico y Cultural Calafia, espacio que se volvería el epicentro para la difusión del talento artístico y la reflexión en torno a la historia.

Conrado Acevedo ha sido piedra angular en la fundación y promoción de importantes proyectos en nuestro estado tales como la creación de un clúster cinematográfico en 2009, coordinar los festejos del centenario de la defensa heroica de Tijuana en 2011, dar vida y sentido a la Fundación Acevedo, que cada año celebra y reconoce el trabajo y la trayectoria de bajacalifornianos destacados.

Entre sus libros y publicaciones se cuentan: El caso del Rancho Tijuana (1958), Echeverría y su pensamiento educativo (1974), Rosarito, ensayo monográfico (2001), Crónica de playa de Rosarito (2004), Rosarito, vida municipal: 1955-2205 y Rosarito. Educación y cultura (2006) y ahora recientemente en agosto de 2015, la reimpresión de su primer libro Tijuana, ensayo monográfico, versión en la que destaca un prólogo de David Piñera, y una semblanza a cargo de Gabriel Rivera Delgado. 

Conrado Acevedo ha sido reconocido a nivel local, regional y nacional, con destacados premios y distinciones en las que se cuentan: Forjador de Rosarito y Tijuana, y al Mérito Turístico (2000), Cronista vitalicio de Playas de Rosarito (2003), Forjador de Forjadores (2006), Mérito Cívico Ciudadano (2007), Medalla al Bajacaliforniano Distinguido (2009),  máximo reconocimiento de la Asociación de Cronistas de Ciudades Mexicanas (2012), y este día 11 de septiembre de 2015, en el marco de la inauguración de las VII Jornadas Vizcaínas, recibirá el Premio Rubén Vizcaíno, en una ceremonia que se llevará a cabo en el Centro Cultural Tijuana a las 19 horas.


Hace unos días tuve la fortuna de ser recibida en su casa, entrar a su espacio y escuchar de viva voz algunos de los pasajes memorables aún nítidos en su memoria.  Conrado Acevedo se autodefine como "un servidor público, promotor cultural, escritor, historiador y cronista, defensor permanente de los valores de Baja California y la Metrópoli de Tijuana", pero ante todo es un hombre cabal, sensible, con una visión y un compromiso que a la vuelta de 60 años de búsquedas y empeños, le ha traído el reconocimiento pero sobre todo, que le ha hecho ganarse un lugar en la historia de nuestra entidad.

Obtenido el 31 de diciembre de 2015 de: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:kp_EyEOMkVUJ:jornadabc.mx/tijuana/11-09-2015/creadores-y-forjadores-conrado-acevedo-cardenas+&cd=6&hl=es-419&ct=clnk&gl=mx

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