REVISTA DE POR ACÁ

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lunes, 2 de febrero de 2009

Tiburón ballena, Baja California




Por Natalie Rodríguez Dowdell *


Una pregunta que representa todo un misterio para mí y que espero poder responder algún día es ¿De dónde vienen? ¿De aguas amigables de países como Australia donde el Tiburón Ballena es protegido por numerosas leyes? O ¿De aguas hostiles de países como Taiwán donde la sopa de aleta de tiburón ballena es un cotizado y muy codiciado manjar?

En la costa oriental del estado de Baja California yace sigilosa una pequeña y hermosa bahía, flanqueada al oeste por el inhóspito desierto bajacaliforniano y al este por las productivas aguas del Mar de Cortés.

El delicado balance creado por tan contrastantes ecosistemas propicia una alta productividad, la que se ve reflejada en grandes concentraciones de plancton en las aguas de la bahía. Estos diminutos organismos, que son la base de la cadena alimenticia, permiten que año con año se acerque un misterioso gigante del océano y que permanezca durante varios meses en Bahía de los Ángeles.

Aún recuerdo la primera vez que vi a un tiburón ballena, me encontraba en una pequeña embarcación inflable de 3 m de eslora, con motor fuera de borda de 7.5 caballos de fuerza. Iba navegando con mi compañero por la parte sur de la bahía cuando a lo lejos detectamos "algo". Varias aves se encontraban sobrevolando un área, un ligero alboroto en la superficie del mar atestiguaba la presencia de pequeños peces, presa fácil para las gaviotas y pelícanos en su incesante zambullir. Al ver ese algo, decidimos acercarnos, total después de más de dos horas de navegación sin encontrar un solo tiburón, no perderíamos absolutamente nada.

Es difícil para mí describir lo que sentí, esa impresión al ver un tiburón ballena por primera vez. Quisiera decir que fui valiente y como Chanóc me lancé al agua sin titubeos, pero lo que realmente pensé fue "eso es un mounstro y ni loca me voy a meter al agua". Medía más del doble de nuestra embarcación! Se encontraba muy cerca de la superficie ocupado en un espectacular frenesí alimenticio. Siendo una de las tres especies de tiburones filtradores que existen en todo el mundo, abría y cerraba su boca imponente, para filtrar grandes volúmenes de agua y así tomar su alimento.

Tuvieron que pasar varios recorridos para que lograra vencer mi miedo, introducirme al agua y encontrarme cara a cara con ese gigante. Pero fue muy pronto que entendí, estos animales son dóciles y posiblemente sea mayor la amenaza que pueda representar una persona como yo al tiburón que a la inversa; de ello me convencí en la tercera salida que mi amiga Nirari y yo realizamos a Bahía de los Ángeles. Durante uno de nuestros innumerables recorridos nos encontramos al Murciélago, ese fue el nombre con que Abraham (prestador de servicios turísticos local que lleva casi 14 años observando a la especie) bautizó al tiburón ballena más grande que llegamos a ver en dos años. Medía 10 m de longitud, y tenía una capa, sí como lo oyes una capa! Formada por redes de pesca que de alguna forma y en algún lugar de su larga ruta migratoria colectó y que con el tiempo, al igual que las rémoras, se convirtieron en un accesorio más de sus aletas pectorales.

¿Cuántos kilómetros recorridos? Esa es la pregunta que ronda mi cabeza cuando Mayo se acerca, mes en el cuál inicia la temporada del escualo en la bahía. Otra pregunta que representa todo un misterio para mí y que espero poder responder algún día es ¿De dónde vienen? ¿De aguas amigables de países como Australia donde Rhincodon typus, ese es su nombre científico, es protegido por numerosas leyes? O ¿De aguas hostiles de países como Taiwán donde la sopa de aleta de tiburón ballena es un cotizado y muy codiciado manjar?

Pocos son los sitios alrededor del mundo donde se puede observar al tiburón ballena de manera predecible y por períodos prolongados. En México somos verdaderamente suertudos, porque el tiburón ballena no solo visita Bahía de los Ángeles, Baja California también se le puede encontrar en La Paz, Baja California Sur y cerca de Isla Holbox en Quintana Roo. Pero claro! No podríamos esperar menos, finalmente México es uno de doce países megadiversos en todo el planeta.

La presencia de este enigmático pez es la base de una actividad económica importante para las comunidades locales que visita. Gracias a que en el mundo hay muchos Chanócs, aventureros y turistas que gustan interactuar con la naturaleza, el ecoturismo con tiburón ballena que se compone básicamente de viajes de observación y nado, está cobrando cada día mayor importancia. Y representa una verdadera oportunidad para el desarrollo de estas comunidades, que como la mayor parte de las comunidades rurales costeras de nuestro país no están exentas de grandes limitaciones.

Tampoco están exentas de ciertas particularidades que, al menos a mí, me hacen sentir en un universo paralelo. Así como en el fantástico Macondo de "Cien años de Soledad" te puedes tropezar con varias generaciones de Buendías y tantas otras de Segundos; en Bahía de los Ángeles podrás encontrar varias generaciones de Arces, Smiths y Verdugos. Siempre que llego a la bahía siento como si el tiempo se detuviera, los miércoles se confunden con domingos, la gente tiene su exclusivo caminar, los procesos su propio ritmo, no los puedes forzar y ciertamente no los puedes acelerar.

Fue ahí, donde conocimos a Abraham, a Hugo, al Güero, a Rafa, a Igor, a Joel, a Chemin, a Min, a Rubén y a muchos otros. Algunos de ellos prestadores de servicios turísticos, otros pescadores ribereños, todos (en mayor o menor medida) nos enseñaron a observar. Antes de iniciar tu viaje dirige la mirada al horizonte, si por encima del volcán de Isla Coronado puedes ver unas nubes con forma de lengüeta entonces ten cuidado porque un Norte está por entrar. Es Julio, puedes ver esos grandes grupos de pelícanos que al salir el alba comienzan un vuelo ascendente en espiral, están buscando las corrientes de aire perfectas para poder cruzar por encima del batolito peninsular y así iniciar su largo peregrinar por el Pacífico. Ahora es agosto, puedes ver esos pelícanos flacuchos, los que no han crecido nada desde el mes pasado, posiblemente no sobrevivan hasta el próximo año. Pero ese, es el ciclo de la vida y en la naturaleza solo el más fuerte sobrevive. O al menos esa es la teoría, sobre todo cuando el hombre no intercede.

Para asegurar que el fuerte tiburón ballena sobreviva, actualmente en el sector ambiental, se están analizando varias alternativas que contribuyan de la mejor forma a la protección y conservación de este formidable animal en nuestro bello México. Para que así como hoy en el futuro, las personas que lo deseen, puedan tener el privilegio de observarlo y el tiburón ballena pueda seguir surcando las aguas del océano para alimentarse, reproducirse y vivir.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), como Órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales está haciendo lo suyo. La Dirección en Baja California del Área de Protección de Flora y Fauna - Islas del Golfo de California y el Área de Protección de Flora y Fauna - Yum Balám (ambas Áreas Naturales Protegidas adscritas a la CONANP) están apoyando a los usuarios locales de las comunidades, Bahía de los Ángeles en el primer caso e Isla Holbox en el segundo caso, para ordenar la actividad, y con el tiempo permitir que el ecoturismo con tiburón ballena madure, se consolide y se constituya en una verdadera alternativa de desarrollo sustentable para las comunidades.

Durante el tiempo que llevo trabajando en proyectos de conservación he aprendido que ésta requiere de varios elementos. Entre ellos, requiere de visión, requiere de voluntad no solo propia o colectiva sino incluso política, pero sobre todo requiere de convicción. Si tú tienes lo primero y te permites visualizar un futuro con tiburones ballena, si tú tienes lo segundo y estas dispuesto a escuchar y ayudar y si tú tienes lo tercero y eres una de esas personas que lucha por sus ideales, entonces también puedes contribuir a la conservación de este enorme animal.

Si visitas Bahía de los Ángeles y quieres ver tiburón ballena, me voy a permitir darte unas sencillas recomendaciones:

  1. Contrata a un prestador de servicios turísticos local para realizar tu viaje. Recuerda, esa persona ha cuidado, a su manera y durante muchos años al tiburón ballena. Tiene gran conocimiento empírico, conoce el área como la palma de su mano y te podrá orientar de la mejor forma.

  2. Sigue el código de conducta para la actividad, éste fue elaborado junto con los usuarios locales, con dos propósitos en mente. El primero, que la actividad sea segura para ti y el segundo, que sea del mínimo impacto posible para los tiburones ballena.

  3. Disfruta y agradece la experiencia. Eres uno de los pocos afortunados que conoce y ha podido admirar al tiburón ballena.

  4. Comparte tu vivencia y platícale a un amigo. Dile, en México somos muy afortunados, en México podemos observar y nadar con el tiburón ballena.

Como puedes ver estas recomendaciones son realmente simples pero creme si las sigues aportarás tu granito de arena para la conservación del pez más grande del mundo, el tiburón ballena.

La Dirección en Baja California del Área de Protección de Flora y Fauna - Islas del Golfo de California lleva varios años trabajando con la comunidad local de Bahía de los Ángeles, Baja California y la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California para conservar al tiburón ballena y asegurar que el ecoturismo con la especie sea en beneficio de la comunidad local.

Si quieres saber más de lo que esta Dirección ha realizado y realiza al respecto, comunícate a cualquiera de los siguientes correos electrónicos: angeles@conanp.gob.mx, natalie@conanp.gob.mx


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