REVISTA DE POR ACÁ

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jueves, 25 de marzo de 2010

Golpe al Valle de Mexicali


Las desventajas de los productores agrícolas por el TLC agropecuario


Con la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio, los productores agrícolas del Valle de Mexicali advierten peligro a su ya de por sí difícil y empobrecida economía. Lejos quedaron los tiempos de bonanza y grandes cosechas; ahora los productores se podrían convertir en peones de sus propias tierras. Aparte, los subsidios federales no llegan a tiempo para solventar las necesidades de los agricultores. La crisis del campo podría llevar a un éxodo de campesinos a los Estados Unidos.


Luis Pedro Arellano Sarmiento

Con más del 80 por ciento de la tierra rentada a grandes productores, el Valle de Mexicali recibe la entrada en vigor total del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con la preocupación de no poder competir con los productores de Estados Unidos y Canadá por la desproporción en subsidios y tecnología.

Los logros macroeconómicos identificados y enarbolados por el Gobierno mexicano, no se ven reflejados en la calidad de vida ni en los bolsillos de los pobladores rurales, por el contrario, los ejidatarios locales propietarios de 20 hectáreas no ven las ganancias que permitían mantener a sus familias y educar a sus hijos.

La pobreza reflejada en los habitantes del campo, es un fuerte argumento para considerar que los capítulos relacionados al agro no están funcionando. La migración a las ciudades, y aun más a los Estados Unidos, es un fiel indicador de que las cosas no van de acuerdo a la retórica gubernamental.

Aparte de la necesidad de rentar las tierras, derivado de la carencia de “rentabilidad”, posibilidad de vender u obtener ganancias, familias de jornaleros que trabajan principalmente las hortalizas no tienen Seguro Social y es muy frecuente encontrarse adolescentes y jóvenes analfabetas que rondan los 20 años. Muchos hijos de emigrantes que llegaron al Valle de Mexicali.

En el sexenio gobernado por Vicente Fox Quesada, anualmente 500 mil mexicanos emigraron a Estados Unidos por falta de oportunidades. En su mayoría provenientes de las zonas rurales, muchos indígenas.

Para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), de 1994 a la fecha se han exportado cuatro veces más frutas y verduras al mercado de Estados Unidos y este 2008 se incrementará a 204 mil millones de pesos la inversión al campo, a propósito de la entrada en vigor total del TLC

Para colmo los apoyos a los productores rurales llegan tarde; tal es el caso del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), que entró a funcionar en diciembre de 1993.

Y eso que los sustentos están etiquetados por el Poder Legislativo y Ejecutivo, los productores del Valle de Mexicali se quejan de que les llegan retrasados y un ejemplo es que con la cosecha del algodón que inició en septiembre y para algunos que se atrasaron en octubre, hasta la fecha no les ha llegado el ingreso del Apoyo y Servicio a la Comercialización Agropecuaria (Acerca) y prevén les llegue hasta mediados de febrero.

Para quienes sembraron trigo, todavía no pueden cobrar los apoyos al Diesel, aún cuando los agricultores esperarían se les entregue al momento de realizar la siembra y hacer movimiento de maquinaria.

Con la política neoliberal que empezó en el sexenio de Miguel de La Madrid Hurtado, el país pasó de ser un Estado que definía el ingreso a los productores primarios por la producción de sus granos, a ser los mercados mundiales quien defina los precios por tonelada de granos.

Al igual que en el 2007, para esta producción 2008 de trigo, donde ya están sembradas 94 mil hectáreas en el Valle de Mexicali, no habrá apoyos del gobierno porque el precio internacional está en 300 dólares por tonelada y en teoría se debiera pagar más de 3 mil pesos por tonelada a los productores primarios. Falta ver que se respete esta situación del 2008, con aparente ventaja para los productores.

También, ante la indiferencia del gobierno estatal y federal, los productores se enfrentan a que de la noche a la mañana los proveedores de los insumos incrementan el precio de sus mercancías y por ende aumenta el costo de producción de la siembra.

Los productores trigueros, prevén que los proveedores de insumos incrementen sus precios, toda vez que el precio internacional por tonelada del cereal está por encima de los 3 mil pesos; sin embargo, este precio podría bajar en los años venideros y los costos de los insumos quedarían igual. En el 2007, se les pagó 2 mil 240 pesos por tonelada de trigo.

Un asunto pendiente, que no está definido en las políticas de mercado al momento de fijar los precios de tonelada de trigo, es que no se paga la calidad del producto, aún cuando los agricultores y funcionarios públicos aseguran que el cosechado en Mexicali es de mayores nutrientes.

Como factores a favor de los 13 años de haber entrado en vigor el TLCAN, el titular de la Sagarpa, Alberto Cárdenas Jiménez, sostiene con referencia al campo:

“Tenemos una tasa promedio de crecimiento de nuestras exportaciones agroalimentarias de casi 10 por ciento anual (superior al 7.1 por ciento de nuestras importaciones);

Se redujo el grado de dependencia agroalimentaria del 12 por ciento en el período 1990-1994 a 6.3 por ciento en 2006.
“Somos el principal abastecedor de frutas y hortalizas de los Estados Unidos;

Pese a que algunos sectores han tenido que enfrentar una mayor competencia en el mercado nacional, a partir de su liberación arancelaria total, han registrado tasas de crecimiento”.

Cárdenas Jiménez asegura que los beneficios del TLC se han visto en el consumidor, con la apertura de más productos, de mejor calidad y mejores precios.

Tangiblemente, la Sagarpa informó que en frutas y verduras, en 1994 se exportaron 3 mil millones de dólares y para el 2007, estas divisas llegaron a 14 mil millones de dólares.

Ni el secretario ni ningún otro funcionario, han mencionado que la situación de la calidad de vida de los pobladores del campo ha mejorado con los números macroeconómicos que defienden.

Hasta la impredecible Iglesia Católica se manifestó a favor para que sea revisado el capítulo agropecuario del TLCAN.


20 millones en riesgo

Presente en el Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales titulado “La Encrucijada del México Rural, contrastes regionales de un mundo desigual”, realizado en octubre pasado en Veracruz, el doctor del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), José Moreno Mena, explica que un común denominador en las ponencias fue la preocupación por más de 20 millones de mexicanos que viven en comunidades rurales, muchos de ellos indígenas.

Comentó que personas que dependen de los granos básicos, como maíz o soya, quienes la mayoría son productores tradicionales que no están tecnificados, son “productores que destinan su cultivo al mercado interno, están condenados en un lapso de 5 a 10 años a tronar completamente y vamos a ver corrientes de emigrantes a los Estados Unidos, mucho más que ahora, que exportamos 500 mil personas al año”.

En el Valle de Mexicali, ejidatarios han rentado sus tierras para después emplearse como peones de las mismas incluso, continuó el investigador de Ciencias Sociales, con las reformas al Artículo 27 de la Constitución federal, se hizo posible que empresas o particulares acapararan grandes extensiones para sembrar hortalizas principalmente.

“El gobierno federal tiene la plena convicción que está bien, el gobierno nacional, desde hace varias décadas tiene la idea de que hay que sacar a toda esa población del campo, hay que expulsar a los campesinos porque no se requiere tanta población del campo”, sostuvo Moreno Mena, quien opinó que es necesario que las organizaciones de campesinos exijan al Gobierno Federal los subsidios o apoyos necesarios para competir con los productores de Canadá y Estados Unidos, porque venden más barato por el alto apoyo gubernamental que reciben.

En su calidad de presidente de la Comisión Permanente del Senado de la República, el legislador por Baja California, Fernando Castro Trenti emitió un discurso que dio voz a las organizaciones que piden renegociar el tema agropecuario de TLCAN.

El 2 de enero también ante el Senado, más de 30 organizaciones campesinas reclamaron la intervención de los legisladores para que plantearan al gobierno federal la necesidad de replantear el TLCAN.

“Durante los 14 años de existencia del TLCAN, el desempleo, la emigración, la destrucción de las actividades agrícolas, la concentración y acumulación de la riqueza, el deterioro del poder adquisitivo de los salarios y la extrema pobreza en México han crecido de manera alarmante”.

Las agrupaciones políticas y campesinas resaltaron que “las profundas asimetrías con Estados Unidos y Canadá han acentuado la vulnerabilidad del campo, ya que la contracción de los recursos fiscales consagrados al sector, la caída del gasto federal agropecuario, la carencia de crédito, el abultamiento de las carteras vencidas, el retiro de subsidios y de precios de garantía, el alto costo del capital, la alineación de los precios de los granos al mercado internacional y el desmantelamiento de las instituciones públicas de apoyo al campo, han expuesto a los campesinos mexicanos a una competencia desigual que ha venido ahondando su pobreza y desintegrando el tejido social en el agro mexicano”.

También dieron números:

“El TLCAN ha resultado brutalmente desfavorable para el sector agropecuario, pues a 10 años de su vigencia, la balanza comercial de granos, oleaginosas y pecuaria, donde participan todos los productores del campo, arroja un déficit de 17 mil millones de dólares y de los 4 millones de productores rurales existentes, sólo menos de 250 mil producen excedentes comercializables (sic); el 10 por ciento de los más ricos acapara el 34 por ciento del ingreso rural, mientras el 10 por ciento más pobre apenas obtiene el 2 por ciento”.

La también investigadora de la UABC, Gema López Limón ha estado en el Valle de Mexicali desde 1992 y asegura ser testigo de la decadencia del Valle tomando en cuenta las posibilidades para cultivar de sus habitantes.

De hecho, diversas investigaciones que ha realizado en los campos de hortalizas, han revelado un alto índice de analfabetismo y acceso limitado a la salud pública entre los jornaleros agrícolas.


Peones de sus tierras

Las llamadas carteras vencidas y la falta de rentabilidad para un productor ejidatario o colono que trabaje su parcela de 20 hectáreas, ha contribuido a que los agricultores opten por vender o rentar sus tierras.

“El TLC, aunque las autoridades digan que no, va provocar como consecuencia en el Valle de Mexicali, más de lo que ya está rentado, los agricultores nacionales y del estado no podemos competir con los productores de Estados Unidos”, comentó el abogado y productor triguero Enrique Sánchez León, quien asegura que hay un 85 por ciento del la tierra de cultivo rentada.

Otros productores señalan que la renta de tierras en el Valle de Mexicali está en entre el 70 y 80 por ciento de la superficie cultivable.

Una vez pasado el auge algodonero, que dio fama mundial al Valle de Mexicali el siglo pasado, desde hace unos 20 años se siembra mayoritariamente el trigo. En esta temporada se cultivaron 94 mil hectáreas y a diferencia de años anteriores, el precio internacional es favorable para que los productores tengan rendimiento suficiente.

La cosecha de algodón se levantó en octubre pasado en las 25 mil hectáreas sembradas y en mayo y junio, son los meses para empezar la pizca de trigo.

El precio en las bolsa de valores internacionales ubican al trigo en más de 300 dólares por tonelada, más de 3 mil pesos, siendo que el año pasado se les pagó a 2 mil 240 pesos, aun cuando el precio internacional fluctuaba los 2 mil 600 pesos.

Sánchez León comentó que es necesario que el gobierno federal ejerza un control en los precios de los insumo para definir el precio de producción.
Dijo que si el gobierno no hace nada por controlar los precios de fertilizantes, hervicidas, plaguicidas, semillas, de nada va a servir para los productores locales que el trigo esté a más de 3 mil pesos.


“Los proveedores de los insumos sin pedir autorización alguna del gobierno, sin previo aviso suben los costos de producción”, comentó el también integrante de la Unión de Productores Agropecuario de Baja California.

Aparte los apoyos llegan tarde.

“Por ejemplo, la tarjeta para diesel que se deben de estar otorgando en los meses de noviembre, que es cuando hacemos la siembra del trigo, ahorita es fecha que todavía no te la reciben en las gasolineras porque todavía no está activado. Los programas como el Procampo siempre llegan tardados, hace dos años por lo tardío para registrarse en los programas, tomamos las oficinas de la Sagarpa”.

Por hacer este reclamo, Sánchez León fue citado a declarar a la Procuraduría General de la República (PGR) acusado de delito de amotinamiento.

La explotación de la tierra se da de una manera simple y efectiva.

Las empresas con poder económico rentan la tierra por tres o cinco años y “la mayoría se dedica a la hortaliza, al cebollín, rábano, y en un sólo año sacan tres cultivos o cuando menos dos, esto significa que en el transcurso de tres ó 5 años dejan las tierras completamente fuera de nutrientes y tienen que pasar varios años para su recuperación.”.

Una vez explotadas esas tierras, los arrendadores buscan otras y los propietarios deben invertir en fertilizantes para hacer producir eficientemente sus tierras o en su defecto, someterse a un bajo rendimiento.

Con algunas variaciones al año, las rentas pueden estar en cuatro o cinco mil pesos la hectárea y esta cantidad es considerada por los productores como “atractiva”, sin embargo se dan casos de rentas a mil 500 pesos por hectárea y “hasta el apoyo de Procampo te piden”.

Sánchez Léon explicó que los trigueros les vendan su cosecha a los acopiadores, cuya única función en el proceso es tener un lugar para recopilar el cereal, y llevarlo al barco o a las empresas que procesarán el producto.

Las relaciones humanas o influencias con los dueños de las empresas, les reditúa a estas personas que aparte, reciben un apoyo del gobierno federal de 500 pesos por tonelada acopiada.

“La Financiera Rural que puso el Gobierno Federal para darle créditos a los agricultores se está portando peor que la Banca Privada con los requisitos que están pidiendo: una garantía ante notario público que en caso que no le pagues el crédito de avío, con la misma ganancia (usufructo) del ejido, la financiera pueda disponer de la tierra para rentar si no pagues.”

Para el líder de la priísta Confederación Nacional Campesina (CNC), Everardo Ramos García, las condiciones del campesino de Mexicali se han deteriorado en los últimos años.

“Considero que en los últimos sexenios no se ha hecho nada bueno para que el campesino se desarrolle, qué te puedo decir, de Miguel de la Madrid para acá, el último sexenio de Fox fue de puras mentiras y engaños, pero también los anteriores han sido así, desde que se inventó esa palabra de tecnócratas en la Presidencia de la República, yo considero que ahí fue cuando se empezó a dar en traste con el sistema que venía prevaleciendo en el campo”.

Indicó que los excesivos trámites burocráticos dificultan más el proceso de producción:
“Te puedo dar un ejemplo, un campesino después del sexenio de la De La Madrid presentaba su puro permiso de riego y era suficiente para que le dieran crédito, teníamos precios de garantía. ¿Qué significa eso? Que cuando tú sembrabas ya sabías lo que te iba a quedar, ya decidías qué es lo que ibas a sembrar porque ya sabías que te iba a redituar; ahora en estas fechas pues ya no es así”.

El precio de garantía se empezó a implementar en México en 1953 y terminó cuando desapareció la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo).

Ramos García también reclama que los apoyos públicos al campo siempre llegan tarde y en Mexicali está el caso reciente “del algodonero que se pizcó en septiembre y los que se tardaron en octubre, y les sacamos cuentas, ya vamos en enero y no se les da el apoyo (de Procampo) al algodonero”.

También coincidió en que el gobierno debe ser rector del precio de los insumos porque incrementan el costo de producción. Específicamente el dirigente de la CNC, vaticinó dos probables escenarios que perjudicarían a los productores locales.

Dijo que al entrar la leche en polvo más barata de los Estados Unidos, los grandes establos principalmente ubicados en Tijuana y Ensenada podrían fracasar, además el cultivo de alfalfa del Valle de Mexicali (que se usa para alimentar ganado) no tendrá rentabilidad.

Otra posibilidad es que al traer maíz más barato, éste podría ser utilizado por los ganaderos de Sonora y Sinaloa como forraje, desplazando así la producción de trigo forrajero generado en Mexicali.

Ramos García considera una vergüenza que el país no sea autosuficiente en su consumo de maíz, frijol y trigo.


Globalización: un corral grande

Don Daniel Cervantes Juárez tiene 82 años y casi 40 cultivando en el Valle de Mexicali, vive en el Ejido Guadalupe Victoria.

También siembra trigo pero su pasión ha sido mejorar la calidad del maíz y lo ha conseguido a base de su conocimiento empírico y haciendo variantes genéticas de la semilla.

Orgulloso muestra las mazorcas, grandes, que vende como semilla por la buena calidad en nutrientes.

En el Valle de Mexicali, apenas si se siembran unas mil hectáreas de maíz y un 30 por ciento es con la semilla que Cervantes Juárez les vende, aseguró.

En los años 80, un programa público intentó adentrar el cultivo de maíz en el Valle de Mexicali, pero al parecer el calor y la poca disponibilidad de los productores hizo que no continuara, serían unos dos años de intento, recordó el maicero genético.

Aun así, el dirigente de la CNC de Mexicali, Ramos García, consideró que sí podría ser una buena opción el cultivo del maíz, siempre y cuando haya los apoyos necesario del gobierno federal; se utilizaría la misma agua que en la siembra de algodón, dijo.

En lenguaje llano y generalizado, como hombre de campo, el señor Cervantes Juárez opinó sobre su experiencia con el TLC.

“En mi experiencia como agricultor, no he visto algún beneficio al productor con el TLC, todo está sujeto a la exportación y eso lo definen en Estados Unidos a través de la bolsa de Nueva York, son los señores que ponen precios, le quitan a quien quieren y le venden a quien quieren, ellos venden al precio que ellos quieren y compran al precio que ellos quieren; un beneficio tangible no lo he visto yo.”

También hizo una definición de globalización.

“El gobierno de Estados Unidos estableció la globalización, que tampoco a los agricultores se nos ha explicado cuál es, y cómo es y para qué es, la globalización. No hay una autoridad que nos lo comunique, ni siquiera en folletos que nos diga esta cosa, entonces, para mí la famosa globalización la estableció Estados Unidos y en palabras campesinas, la globalización fue un corral grande, enorme, que hizo Estados Unidos y ahí encerró a la mayoría de los Estados del mundo con excepción de la Unión Europea, que le dijo ¡toma tu globalización! Se unieron en su economía, son fuertes, independientes y no entraron al corral que hizo Estados Unidos”.


Obtenido el 25 de marzo de 2010 de: http://www.zetatijuana.com/html/EdcionesAnteriores/Edicion1767/Reportajez_Not8.html

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